martes, 22 de abril de 2014

Las cosas que jámas te escribí

Me prometí a mi misma que no escribiría sobre ti, sobretodo que no escribiría de nosotros. ¿Qué extraña combinación de seres éramos que nos queríamos? nadie esperaba esto, aunque quizás yo si. Ahora has dado un golpe en la puerta has marchado a toda velocidad sin poner la vista atrás corriendo a tanta velocidas que en muy poco tiempo desapareciste en el horizonte, yo me quedé, sinceramente esperando que volvieras, que regrasaras que me abrazaras y me dijeras que todo va a ir bien. Aquí estoy ahora sola de rodillas al suelo, mirando donde el cielo y el horizonte se unen, mirando donde desapareciste hace nada, con mas ganas de salir corriendo de las que jamás me esperaba, con ganas de gritar tu nombre, suplicarte que volvieras sobre tus pasos, estaba dispuesta a fallarme a mi, porque tu no te fueras, en cambio me limite a decirte que buen viaje, como si de alguna manera fuera eso a calmar mi dolor. Ese dolor que era un vacío enorme, mucha gente acude a mi, corriendo, a levantarme e irme fuera de ese lugar, fuera de donde siempre te esperé e irónicamente rodeada de ellos me sentía sola, sola y vacía. Jamás comprenderas mis palabras, ni sabras que mas de una vez me senté en la puerta de mi casa nada mas que a esperar que volvieras, tampoco espero que entiendas que estuve siguiendo tu rastro de cerca en silencio, ya que sabía que molestaba en tu nueva vida. Callada aguanté el vacío interior, ese que la gente llena con comida o con chocolate, y yo lleno con tristeza, lo que esta me impide comer bocado. Entrené tardes enteras en el gimnasio nada más que pensando en ti, tatareando todas tus canciones, aprendiendo cosas de ti, cosas de ti que nadie sabía, cosas que no sabía cuanto dolían hasta que te fuistes. A día de hoy recuerdo que no te gustaba el pescado y que comerte una bolsa de doritos era tu debilidad, recordaba como te gustaba estar a mi lado, como sonreías al verme como tenías la manía de peinarte antes de salir, como todo el mundo te consideraba alguien diferente a quien eras, como para mí tu consistías en la vida entera. Apesar del dolor y de los momentos, a tí... a tí te quise como a nadie, te di mis días te regale mis alegrías luché para que ni una sola lágrima callera por tu mejilla, aguanté hasta los palos mas fuertes por ti, lloré noches enteras mientras te veía dormir tan tranquilamente mientras yo en el suelo derramaba todas esas lágrimas, simplemente por ti. Si hubiera sabido que esa era la última vez que me abrazaste, que me dijiste que me querías, si hubiera llegado a saber que cuando estaba contigo abrazada en la guagua era el último momento a tu lad, créeme jamás te hubiera dejado ir. Valoro tus ultimas lágrimas hacia mi como oro, las guardo en una esquinita de mi corazón como si se me fueran a escapar, como lo hiziste tu, repetías que me querías, pero que ya, no era parte de tu vida, que todo se había acabado, y yo callada, me quede en el mismo lugar, con el alma rota, detrás tuya intentando recuperar el corazón qu eun día le arrebataste.

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